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Bienvenido sea

por el príncipe de las mareas

Se educaría fuera, pero también dentro, de la mano de uno que lo mismo inauguraba un pantano, que se desayunaba con una docena de penas de muerte. No traía buena estirpe, que ya sus mayores habían demostrado no ser muy buenos gobernantes. Tal vez se pueda hacer una excepción con su bisabuelo Alfonso, el que se numeraba con el doce. Llegó pasándole por encima a su padre. Estigma que quizá sea una pauta de conducta en los de su ralea (véase a Fernando con Carlos, o el propio Felipe con él). A pesar de su torpeza manifiesta, no se las compuso mal del todo para solventar las crisis que nos azotaban. Yo le pondría un pero, la del Sahara, que no supo, o no quiso resolver como demandaban las circunstancias. Llegaría la democracia de su mano, por mucho que alguno quiera hurtarle ese mérito. Solventaría con nota el conato de golpe de estado, y que nos hubiera hecho retroceder lo andado. Se equivocó con los amigos, que no resultaron ser trigo limpio la mayoría, pero también aupó empresas españolas, trajo riqueza,  bienestar y simpatías allende nuestras fronteras. Salió putero, como muchos de su ralea, y pagaba sus caprichos con dineros, que otros aprobaban. Los actos del Rey se refrendan, sus gastos de autorizan y se condescendía con sus errores manifiestos. Tras dejar un país, quizá en el mejor momento de su historia reciente, vuelve en el peor momento. España no es la que era, o tal vez, solo sea la que siempre ha querido ser, una nación cainita, donde las espaldas nunca están aseguradas. Muchos de los responsables de nuestros males, le increpan, le vejan, la exigen explicaciones, disculpas ya autorizadas, castigos inmerecidos. Juan Carlos I no tiene deudas con la justicia, al menos, esta no se las exige. Tampoco tiene deudas con el pueblo, toda vez que ha sufragado con creces las que pudiera haber contraído. Es un golfo, sí, como los tenemos a cientos campando por sus fueros. No ha sido un rey ejemplar, y poco que debería importarnos su conducta en su ámbito privado. No ha robado como dicen, eso es una falacia; que le pregunten a todos aquellos enriquecidos gracias a sus gestiones comerciales en el extranjero. Juan Carlos I es un anciano que ha sido exiliado de forma antijurídica, y antifilial. Qué viene a su patria; como si se casa con su prima ¿Dónde está el problema?

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