Domingo de Ramos.

Hoy, Domingo de Ramos, se conmemora la llegada de Jesús a Jerusalén. Lo que muchos desconocen, es que en realidad, el que llagaría a lomos de un pequeño asno no era Jesús, sino su hermano Tiago, con el que guardaba un gran parecido. Cuando el Sanedrín prendió a Tiago, confundiéndolo con aquel a quien llamaban el Mesías, las tropas del emperador estaban a punto de embarcar hacia Partía, en el norte del actual Irán. Tiberio había tenido conocimiento de una revuelta que pretendía escapar del yugo romano. Pilatos por su parte, estaba más preocupado de su traslado al puerto de Ostia, que de andar juzgando al rebelde judío, por lo que delegaría en Caifás, que tenía una buena relación con el rey de los partos. Caifás quería colgar al falso Jesús, pero la costumbre romana estipulaba la crucifixión; siempre que antes, el reo hubiera dado siete vueltas alrededor del foro, cargando con una palma del tamaño de un hombre. Tras la séptima vuelta, se le despojaba de sus hábitos y se le vestía con una especie de calzón al que llamaban lenjeria. Muerto Tiago, Jesús volvería a Nazaret, de donde había partido seis días antes para asistir a una boda en la localidad de Amman, en la cercana Jordania.