155 razones para acatar la CE

Soy plenamente consciente que cualquier español que se lo hubiera propuesto, habría ganado con la selección de fútbol más un mundial. Admito que cualquiera que se ponga delante de un teclado habría solucionado el conflicto catalán, en cuestión de minutos. Pero lo que no puedo admitir es que cualquiera que opina libremente, esté en posesión del conocimiento absoluto.

                En Cataluña se han dado una serie de situaciones, que han sobrepasado de largo la legalidad. La legalidad es la que emana de las leyes, la que los parlamentos nacionales han creado con la aceptación del pueblo soberano que les eligió en unas elecciones libres y democráticas. Nadie puede dudar hoy en día, que, pese a nuestro sistema electoral, el Congreso y el Senado se componen de personas elegidas por sufragio universal. En su día, unas Cortes constituyentes aprobaron una Constitución en España, y aquella es la que delimita el marco legal de todas y cada una de las leyes que se promulguen. Una vez aceptado esto, también nos toca aceptar que una ley designa a los jueces y tribunales como únicos intérpretes de cualquier norma legal. El gobierno autonómico de Cataluña se ha saltado no solo la ley, también a la propia CE. Esta cuenta con un artículo, el 155, en el que se impone al gobierno de la nación, corregir esa violación por parte de la Comunidad Autónoma que se arrogue ese derecho. Ese artículo dice que será el Senado el que apruebe las medidas que el ejecutivo apruebe para parar ese desafío legal.

                Conclusión: El Senado aprueba la destitución del gobierno autonómico en aplicación del artículo 155. El único que puede interpretar la legalidad o ilegalidad de dicha medida es el Tribunal Constitucional. Así, que mientras se pronuncie, las medidas implementadas en base al artículo 155 de la CE, son legales y de obligado cumplimiento.